Costa del Sol: del encanto vacacional a la excelencia económica.
La recuperación económica de España, impulsada por el sólido atractivo turístico, la demanda extranjera y la mejora de la infraestructura, posiciona a la Costa del Sol como un centro económico de primer nivel
Nuestra región de la Costa del Sol, una joya brillante en la costa sur de España, se ha transformado en la última década, lo que se refleja con un sólido repunte macroeconómico y un aumento de las perspectivas de inversión. Esta costa mediterránea, famosa por sus playas vírgenes y sus espléndidos centros turísticos, no es ahora solo un destino vacacional, sino un semillero para un crecimiento económico dinámico e inversiones inmobiliarias sostenibles.
La resiliencia de España para recuperarse después de la crisis financiera sentó una base sólida para el crecimiento sostenible que el país ha estado experimentando. La constante acumulación de inversión extranjera directa (IED) en el país ha apuntalado este crecimiento, lo que ha llevado a un crecimiento del mercado inmobiliario, particularmente en la Costa del Sol. Los datos oficiales muestran una tendencia interesante en la que tanto extranjeros como nacionales están apostando cada vez más por el sector inmobiliario de la región.
Hay varios factores que aclaran por qué la Costa del Sol atrae a una multitud de inversores.
En primer lugar, el gobierno español implementó a partir de 2013 un marco legal favorable a los inversores, que tuvo un fuerte impacto en todos los sectores y atrajo IED en todos los segmentos: económico, financiero, manufacturero, inmobiliario y tecnológico.
Como resultado, el stock de IED (inversiones extranjeras directas) en España representó el 56,3% del PIB en 2022, superando el promedio mundial (44%), el promedio de la OCDE (51%) y otros países importantes como Francia, Alemania e Italia. Durante la última década, la participación de la IED en la economía española aumentó 9,2 puntos porcentuales (ICEX, el Instituto Español de Comercio Exterior).
Entre esas iniciativas legales, cabe mencionar sin duda la oferta de "Golden Visa" a los ciudadanos de fuera de la UE que compren propiedades por encima de un valor determinado (500 000 euros). Si bien esto podría cambiar en un futuro próximo, ha allanado el camino para un aumento de las inversiones de ciudadanos de fuera de la UE que, hasta ahora, buscaban activos inmobiliarios y una puerta de entrada a Europa. Sin embargo, vale la pena mencionar que, según los medios de comunicación, se han presentado unas 10.000 solicitudes desde que se puso en marcha el régimen, y sólo se han presentado unas 451 en 2022. Sin duda, una cifra insignificante desde el punto de vista estadístico si se compara con el número total de propiedades adquiridas por no residentes en España en 2022, que asciende a 72.987 según los datos del Consejo General del Notariado.
En segundo lugar, la región ha sido testigo de mejoras sustanciales en las infraestructuras, con una mejor conectividad con otras partes de Europa que atrae a empresas multinacionales, turismo y profesionales por igual, lo que aporta una mezcla dinámica a la economía local. El mayor número de expatriados que residen en la región subraya la habitabilidad y el atractivo estilo de vida que ofrece la Costa del Sol, lo que a su vez estimula el mercado inmobiliario. En consecuencia, esta afluencia de residentes sirve de catalizador para el crecimiento del mercado inmobiliario.
Durante la última década, la provincia de Málaga ha mantenido un fuerte apoyo político y local de su compromiso con la expansión económica. La Costa del Sol ha atraído a millones de turistas cada año, como catalizador del crecimiento económico local. Este progreso se ilustra claramente a través de datos numéricos. Cabe destacar que Málaga ha experimentado un crecimiento notable tanto en el tráfico aéreo como en su participación en el mercado turístico nacional. En términos de viajes aéreos, el aeropuerto de Málaga ha aumentado constantemente su número total de pasajeros en los últimos diez años, superando a otros destinos importantes como Barcelona o Palma de Mallorca.
Tras la pandemia, el tráfico aéreo de Málaga experimentó un incremento sustancial, con un notable aumento del 13% con respecto a 2019. Por el contrario, Barcelona sufrió un descenso del 5%, mientras que Palma de Mallorca experimentó un modesto crecimiento del 5% durante el mismo período. Además, si se examinan los datos de pasajeros desde 2012, el aeropuerto de Málaga ha logrado una asombrosa tasa de crecimiento del 78%, lo que subraya su surgimiento como un importante centro neurálgico en España y Europa.
Como resultado, las inversiones en infraestructuras avanzadas, tecnología y marketing internacional han traído consigo un periodo de fuerte crecimiento económico basado en los avances del turismo y los servicios, superando en magnitud y popularidad a otros destinos populares españoles. Esta fuerte tendencia puede apreciarse en el aumento constante del número de trabajadores afiliados a la seguridad social española en la provincia de Málaga en los últimos 12 años.
El crecimiento de la inversión en la zona se ha traducido en un mercado inmobiliario rentable. Sin embargo, sus implicaciones van más allá de las ganancias económicas. Estas inversiones han estimulado la creación de empleo local, han diversificado la economía y han facilitado el desarrollo regional.
En definitiva, la trayectoria de crecimiento de la Costa del Sol es un ejemplo clásico de cómo una economía regional ha podido reinventarse y subir los peldaños del atractivo de la inversión. Con el compromiso continuo de adoptar prácticas sostenibles y mantener un patrón de crecimiento inclusivo, la región seguirá siendo un actor clave en la narrativa económica de España.
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